ANTE LOS TRÁGICOS ACONTECIMIENTOS DE VALPARAÍSO E IQUIQUE, LOS TRABAJADORES DENUNCIAMOS QUE:
1. NUESTRAS PELIGROSAS Y MISERABLES CONDICIONES DE VIDA SON PRODUCTO DE UN ESTADO QUE SÓLO BENEFICIA A LOS EMPRESARIOS.
Viviendas, escuelas públicas, puentes mal construidos que se derrumban en los terremotos, sistema de redes sanitarias inexistente en barrios populares, cárceles en el SENAME, vertederos ilegales en cerros y plazas de las ciudades, locomoción colectiva y sistema vial saturado o inexistente, carencia de parques, hospitales, escuelas y universidades estatales en todas las periferias y centros urbanos, sueldos mezquinos, sobreendeudamiento, vejez miserable… esa es la realidad de este sistema donde todo está privatizado: vivienda, educación, salud, redes sanitarias, electricidad, telefonía, locomoción, retail, industria alimenticia, recursos naturales, jubilaciones y cárceles. El Estado y los gobiernos de la Concertación y la Derecha, se han encargado de enriquecer a los grandes empresarios que se reparten la riqueza de Chile: Paulmann, Solari, Angelini, Matte, Saieh, Cueto, Iris Fontbona (viuda de Lúksic)…entre otros. El año 2013 las ganancias totales del país fueron de 18.945 dólares por persona, lo que equivale a pensar que todo chileno debería recibir al mes aproximativamente 830 mil pesos, es decir, una familia de 4 personas recibiría mensualmente $3.300.000. La realidad dista mucho de estas cifras y mientras los trabajadores sobrevivimos en condiciones miserables, hacinados y sin servicios, con un mínimo de $210.000; los empresarios chilenos se ubican entre los más ricos del mundo: Iris Fontbona (lugar 35), Paulmann (114), Matte (363), Piñera (589), Angelini (1175).
2. ESTE ESTADO Y LOS GOBIERNOS DE LA CONCERTACIÓN Y LA DERECHA SON INDIFERENTES Y NEGLIGENTES ANTE CUALQUIER EMERGENCIA SOCIAL.
El terremoto del 2010, el de Iquique (que los medios de comunicación han olvidado) y el incendio de Valparaíso han demostrado el total abandono en que se encuentran los trabajadores. Chile no posee ningún protocolo, ni la prevención, ni la tecnología apropiada, ni la preparación para enfrentar emergencias sociales. El caso de Valparaíso es más notorio en cuanto el desastre era totalmente evitable. El desinterés y la negligencia de las autoridades fueron la causa de esta catástrofe. En el norte, recién a un mes del terremoto llegó un hospital de campaña y los damnificados aún siguen durmiendo en la intemperie a la espera de una “casa de 19 metros cuadrados” que el gobierno enviará a Iquique. A 4 años del terremoto en el sur, aún no existen soluciones habitacionales para todos los damnificados.
3. LA CATÁSTROFE EN VALPARAÍSO REVELA LA TOTAL CARENCIA DE PLANIFICACIÓN URBANA PARA CON LOS BARRIOS DE LOS TRABAJADORES.
El desastre en Valparaíso es producto de una consciente despreocupación de las autoridades por la planificación urbana de los sectores populares. La carencia de redes sanitarias (en manos de la compañía privada ESVAL) en la zona damnificada, de calles y caminos hacia los cerros, de limpieza de los vertederos ilegales, de respuestas habitacionales justas para los trabajadores es la responsable de esta catástrofe. Estos problemas urbanos no sólo están presentes en el puerto sino que en todo Chile. Los gobiernos no planifican cuando se trata de urbanizar los sectores populares, pero sí lo hacen para el barrio alto: así permitieron la construcción de la carretera La Dehesa-Chicureo para las empresas inmobiliarias, financiaron la costanera norte para mejorar el acceso del barrio alto al aeropuerto y ya el MOP tiene previsto un plan de mejoramiento Santiago Centro Oriente para descongestionar el barrio alto a raíz de la construcción de la Torre Gran Costanera de Paulmann. El Estado sí invierte y planifica cuando los intereses de los grandes empresarios así lo demandan.
4. LA SOLIDARIDAD DE LOS TRABAJADORES ES LA ÚNICA RESPUESTA REAL E INMEDIATA PARA AYUDAR A LOS DAMNIFICADOS. ¡NINGUNA CONFIANZA EN ESTE ESTADO Y SUS GOBIERNOS!
Los trabajadores hemos aprendido que nada vendrá en nuestra ayuda por parte de este Estado y sus gobiernos. Esta convicción movilizó a millones de chilenos a ayudar de inmediato con víveres, vestimentas, materiales de construcción y voluntarios en la zona siniestrada. La ubicación en la zona central de Valparaíso facilitó la creación de redes de solidaridad a nivel nacional. Fue justamente esa solidaridad activa la que ha puesto en jaque, hasta ahora, la respuesta política del gobierno.
5. LAS AUTORIDADES HAN IMPEDIDO Y BOICOTEADO LA AYUDA SOLIDARIA.
Las autoridades de Valparaíso han obstaculizado la solidaridad con declaraciones inoportunas en los medios de comunicación: “no faltan médicos, la ropa está contaminada, el alimento y los voluntarios sobran”. Así fueron botadas a los vertederos 80 toneladas de ayuda, así se impuso una restricción vehicular que obligó a miles de voluntarios a turnarse el fin de semana, así se impidió sistemáticamente que la ayuda subiera a los cerros afectados, así se implementaron unos centros de acopio lejos de los mismos. Las justificaciones son irrisorias: el mercado de la ropa americana está extendido en todo el país y nunca las autoridades han exigido medidas de sanitización a los fardos que se venden. La interrogante es ¿por qué tanto esmero en frenar la solidaridad? La respuesta parece obvia: las autoridades esperan que los damnificados, en su mayoría provenientes de tomas de terreno ante la carencia de proyectos habitacionales justos, abandonen los cerros para erradicarlos. Una vez más las justificaciones son grotescas: no se puede reconstruir en esos cerros y quebradas. La respuesta esta vez la da la misma burguesía de la cámara chilena de la construcción: “Hoy podemos edificar en cualquier lugar”. Pero el gobierno insiste en entorpecer las soluciones, afirmando que la construcción de viviendas definitivas podría tardar hasta los 4 años del gobierno de Bachelet. Nosotros vemos a diario barrios completos construirse en dos o tres meses. ¿Por qué dilatar la construcción de viviendas? Una vez más, todo apunta a que las empresas inmobiliarias ya se han repartido estos terrenos y todos esperan que los damnificados sean desalojados o minar sus esperanzas para que abandonen sus sitios, cautivados por bonos que no ofrecen soluciones reales. Las viviendas de emergencia serán definitivas tal como ocurrió en el sur y como ocurrirá en Iquique. Boicotear la solidaridad es también una forma de tratar de ocultar la pobreza y proyectar a la OCDE una imagen de país desarrollado inexistente.
6. LOS EMPRESARIOS LUCRAN CON LOS DESASTRES SOCIALES.
La actitud del gobierno de Bachelet devela su alianza política con los empresarios: subvencionar a las grandes empresas del retail (Paulmann, Solari, Cueto) para la ayuda a los damnificados. Esto generó el repudio de la opinión pública que, con justa razón, denunció el lucro que la gran burguesía chilena hace con el dolor de los afectados. De la misma forma ocurrirá con el bono de 1 millón de pesos para enseres. El bono de subsidio habitacional irá directamente a manos de las inmobiliarias y bancos que lucran con los precios de las viviendas. La política gubernamental está clara: la ayuda vendrá, pero sólo de la mano y para los grandes empresarios. Así ocurrió en el terremoto del sur y ya, en Iquique, los empresarios esperan sacar ganancias de nuestras miserables condiciones de vida.
7. LAS FUERZAS ARMADAS, UNA VEZ MÁS, ESTÁN AL SERVICIO DE LOS EMPRESARIOS.
El papel de las fuerzas armadas ha sido nefasto: instaurar un estado de excepción impidiendo el libre transitar de la ayuda hacia los cerros y, tal como ocurrió en el terremoto del norte: defender el mismo día del incendio las grandes tiendas comerciales. Queda de manifiesto el carácter de clase burgués del ejército chileno y la distancia que el Estado le impone para con el pueblo. Educar al ejército para ayudar a los trabajadores no es un objetivo estatal, de lo contrario, habrían sido los primeros en garantizar la ayuda solidaria, sacar escombros, auxiliar a los damnificados que decidieron no bajar a los albergues y trabajar mano a mano con los miles de voluntarios. Mantenerlas separadas del pueblo trabajador sigue siendo el sello dictatorial y empresarial de las FF.AA. y hoy, en Valparaíso, su presencia prolongada sólo pretende disuadir un posible estallido social.
8. LA CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES ABANDONÓ LAS EXIGENCIAS POPULARES.
Una situación como la de Valparaíso y del Norte amerita que la CUT no sólo se manifieste ante los hechos sino que convoque, al menos, a una gran concentración nacional en repudio del actuar del gobierno, exigiendo una solución real a este conflicto social abierto. El delegado presidencial para la emergencia, Andrés Silva, ya ha anunciado que éste no se solucionará prontamente, ni siquiera durante el mandato de Bachelet. Inevitablemente recrudecerá el sentimiento de abandono y desinterés tal como ya lo viven en Iquique tras un mes del terremoto. Ante la impotencia, los voluntarios ya han realizado una marcha que fue reprimida. Los nuevos aliados de la Concertación, quienes hoy dirigen la CUT, no harán eco de las exigencias populares e intentarán contener el descontento.
COMO SOLUCIÓN DEFINITIVA A LA CATÁSTROFE DE VALPARAÍSO, EXIGIMOS:
1. DESTITUCIÓN Y JUICIO A JORGE CASTRO MUÑOZ, ALCALDE DE VALPARAÍSO Y AUTORIDAD RESPONSABLE DE LA CATÁSTROFE.
2. ENTREGA DE TÍTULOS DE DOMINIO A TODOS LOS DAMNIFICADOS.
3. URBANIZACIÓN INMEDIATA DE LA ZONA AFECTADA CON REDES DE AGUA, ELECTRICIDAD Y CAMINOS.
4. PLAN INMEDIATO Y CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS A CARGO DEL ESTADO ¡FUERA LAS INMOBILIARIAS DE LOS CERROS!
5. CONDONACIÓN INMEDIATA DE TODAS LAS DEUDAS EN CASAS COMERCIALES, BANCOS, SERVICIOS Y UNIVERSIDADES A TODOS LOS AFECTADOS.
PORQUE SABEMOS QUE EL DESASTRE DE VALPARAÍSO ES LA REALIDAD DE IQUIQUE Y DE TODO NUESTRO PAÍS, EXIGIMOS:
1. PLAN ESTATAL DE OBRAS PÚBLICAS EN BENEFICIO DE LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO: CONSTRUCCIÓN DE PARQUES, HOSPITALES, ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS, CAMINOS, REDES SANITARIAS Y ELÉCTRICAS A CARGO DEL ESTADO Y NO DE LAS EMPRESAS PRIVADAS.
2. RENACIONALIZACIÓN DE LAS REDES SANITARIAS PRIVATIZADAS POR LA CONCERTACION: ESVAL, AGUAS ANDINA, ESSBIO Y ESSAL.
3. PLAN NACIONAL DE CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS JUSTAS A CARGO DEL ESTADO Y NO DE LAS INMOBILIARAS Y DE LOS BANCOS.
MESA SOCIAL QUILICURA
Unidad Comunista
PRO
Izquierda Comunista
Dirigentes sociales
Diversidad sexual
Independientes de izquierda
Partido Humanista